Parásitos hemáticos (o de la sangre)
- PLAN DE CONTROL DE LA LEISHMANIOSIS

La leishmaniosis es conocida por muchos propietarios de mascotas como “la enfermedad del mosquito”, por hacer referencia al vector que la transmite a perros y humanos. Sin embargo, en realidad el vector es un díptero y, por tanto, es más parecido a una mosca que a un mosquito.
Es una enfermedad parasitaria grave, muy compleja por la variedad de presentación, y además, ampliamente distribuida.
Las manifestaciones clínicas en los perros son muy variadas, dependiendo del grado de infestación, estado inmunitario del hospedador, tiempo de evolución y órganos involucrados.
• La leishmaniosis cutánea: normalmente con repercusión a nivel de la piel, con pérdidas de pelo, dermatitis, crecimiento excesivo de las uñas, etc
• La leishmaniosis visceral: que involucra a vísceras como riñones e hígado, provocando pérdida de peso, insuficiencia renal, sangrado por la nariz, cuadros gastrointestinales, etc.
• Leishmaniosis mixta: en la que se entremezclan signos de las anteriores formas de forma conjunta.

Zonas de incidencia de la Leishmaniosis
El diagnóstico de la enfermedad se realiza mediante:
• Visualización del parásito con el microscopio, en muestras tomadas obtenidas mediante la punción de ganglios o médula ósea.
• Test serológicos rápidos, a partir de sangre o plasma.
• Pruebas serológicas (IFI, ELISA, PCR) en laboratorios especiales.